El día de hoy tiene un significado muy especial para nosotras, las mujeres trabajadoras, porque la fecha se eligió para recordar a aquellas 129 que murieron quemadas en una fábrica textil de Nueva York. El acontecimiento se desarrolló durante una huelga en la que ellas demandaban mejores salarios, reducción de la jornada laboral, formación, rechazo al trabajo infantil y derecho a afiliarse a los sindicatos.
Este horrible hecho marcó un hito en la lucha por la igualdad de género y la reivindicación de derechos sociales, y así fue como se estableció el 8 de marzo como el “Día Internacional de las Mujeres”, durante el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, en 1910.
Posteriormente la Conferencia Mundial de los derechos Humanos, celebrada en Viena en 1993, declaró y reconoció que los derechos de las mujeres son también derechos humanos al señalar que “…los derechos humanos de la mujer y de las niñas son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales…”
Desde 1910 a la fecha han pasado más de 110 años… Ya no son las obreras textiles las protagonistas exclusivas. Hay también otras voces: obreras, empleadas, desocupadas, amas de casa, mujeres violentadas, mujeres prostituidas, mujeres privadas de decidir sobre sus cuerpos, mujeres que sufren mutilaciones genitales, mujeres víctimas de los fundamentalismos religiosos y de las guerras imperialistas, mujeres de los pueblos originarios, mujeres negras, mujeres que luchan contra el machismo, el racismo, la guerra, el capitalismo.
Por eso es que hoy quiero destacar que:
- La tarea cotidiana de cada una de las mujeres en la lucha, desde las trabajadoras hasta las incansables amas de casa, significa un aporte fundamental a la sociedad. De ahí que ¡a no bajar los brazos!, mantengámonos unidas y tengamos siempre presente que a lo largo de nuestra historia hemos derribado muchos muros y que con cada uno de los pasos dados hemos contribuido a la construcción de un futuro más justo. Como decía Eva Perón: «Ha llegado la hora de la mujer que comparte una causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico dentro de la sociedad. Ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país, que es, en definitiva, el destino de su hogar”.
- Este 8 de marzo de 2016 debemos tomar conciencia acerca de la necesidad de empoderarnos de los derechos conseguidos los últimos 12 años en nuestro país… Debemos empoderarnos también de la lucha que se viene, tenemos que salir a la calle y alzar la voz para fortalecer y ganar más derechos, para exigir a la justicia que vele por los que hemos conseguido para que no tengamos que seguir marchando por otros casos de femicidio, de maltrato, de acoso… La batalla que se viene es cultural y por eso nuestra tarea consistirá en levantar las banderas de lucha de tantas mujeres como Juana Azurduy, Violeta Parra, Eva Duarte de Perón, Susana Trimarco, Diana Amancay Sacayán y Lohana Berkins, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y tantas otras trabajadoras sociales… Mujeres que no sólo lucharon en pos de nuestros derechos sino en la construcción de una Patria libre, justa, igualitaria y soberana…
Ser mujer no es fácil, aun con todas las conquistas sociales, aun con todos los adelantos científicos que existen… Por eso hoy es un día de reflexión sobre los progresos alcanzados, un llamado a continuar la lucha, a recordar y tomar como ejemplo los actos de valor y determinación tomados por mujeres corrientes, que tuvieron un papel extraordinario en la historia de sus países y sus comunidades… Sus historias nos ayudarán, con seguridad, a continuar construyendo una sociedad sin opresión, con más justicia, con más igualdad…
¡¡Que hayas tenido una muy buena jornada reflexiva hoy!! …
Mi afecto de siempre: Sarita