¡¡Hola!!
Ayer, en el Face, anuncié el artículo que hoy comenzaré a compartir contigo y apunté (en esa Red Social) esta expresión de Freire: “…Ver de nuevo lo antes visto casi siempre implica ver ángulos no percibidos. La lectura posterior del mundo puede realizarse de forma más crítica, menos ingenua, más rigurosa…”
Lectura del Mundo… ¿Leer el Mundo es diferente de Leer la Palabra? Parece que sí, porque “leer el mundo” implica la comprensión crítica del acto de leer. Este acto de leer no se agota en la decodificación pura del lenguaje escrito sino que se prolonga en la inteligencia del mundo, especifica Freire en “La importancia de leer y el proceso de liberación” (1991). Expresa también que: “…La lectura del mundo precede a la lectura de la palabra, de ahí que la posterior lectura de ésta no pueda prescindir de la continuidad de la lectura de aquél. Lenguaje y realidad se vinculan dinámicamente. La comprensión del texto a ser alcanzada por su lectura crítica implica la percepción de relaciones entre el texto y el contexto…”
Tomar conciencia acerca de la importancia de la idea antes expuesta, conlleva la necesidad de releer nuestra propia práctica docente, comenzando por aquellos momentos guardados en la memoria: desde las experiencias más remotas cuando cursábamos el jardín de infantes, la primaria, la secundaria, la universidad… Momentos que muestran cómo el acto de leer se fue constituyendo en nosotros y nosotras…
Al realizar este ejercicio de mirar hacia atrás, de “…ver de nuevo lo antes visto…” me di cuenta (espero coincidas conmigo) que la lectura del mundo, del pequeño mundo en que me movía (antes del ingreso a la escolarización) fue primero. Después vino la lectura de la palabra y esa lectura de la palabra (la mayoría de las veces) no fue la lectura de la “palabra-mundo” de Freire…
¿Por qué esto que señalé es muy importante? Recurro a Fray Betto para que nos lo explique a través de una hermosísima narración que, más abajo, adjunto para compartir. Ella posibilitará comenzar a responder la pregunta que inicia este párrafo y que profundizaré la semana próxima. Bueno, mejor dicho: profundizaremos, porque seguramente vos me ayudarás en ese cometido =)
¡¡Que la disfrutes!! Y que la misma propicie la búsqueda de la comprensión del acto de leer el mundo y la necesidad de educar en este sentido. Sarita
Paulo Freire: una lectura del mundo
Por: Fray Betto
“Ivo vio la uva, enseñaban los manuales de alfabetización. Pero el profesor Paulo Freire, con sus métodos de alfabetizar concientizando, hizo que adultos y niños en Brasil, en Guinea Bissau, en la India y en Nicaragua, descubriera que Ivo no vio sólo con sus ojos. Vio también con la mente y se preguntó si uva es naturaleza o cultura.
Ivo vio que la fruta no resulta del trabajo humano. Es Creación, es naturaleza. Paulo Freire enseñó a Ivo que sembrar uva es acción humana en la y sobre la naturaleza. Es la mano, multiherramienta, despertando las potencialidades del fruto. Así como el propio ser humano fue sembrado por la naturaleza en años y años de evolución del Cosmos. Recoger la uva, triturarla, y transformarla en vino es cultura, señaló Paulo Freire. El trabajo humaniza a la naturaleza, y al realizarlo, el hombre y la mujer se humanizan. Trabajo que instaura el nudo de relaciones, la vida social.
Gracias al profesor, que inició su pedagogía revolucionaria con trabajadores del Sesi de Pernambuco, Ivo también vio que la uva es recogida por jornaleros que ganan poco, y comercializada por intermediarios que ganan mejor. Ivo aprendió con Paulo, que aún sin saber leer, él no es una persona ignorante. Antes de aprender las letras, Ivo sabía construir una casa, ladrillo a ladrillo. El médico, el abogado o el dentista, con todo su estudio, no era capaz de construir como Ivo. Paulo Freire enseñó a Ivo, que no existe nadie más culto que otro, existen culturas paralelas, distintas, que se complementan en la vida social.
Ivo vio la uva, y Paulo Freire le mostró los racimos, la parra, la plantación entera. Enseñó a Ivo que la lectura de un texto es tanto mejor comprendida cuanto más se inserta el texto en el contexto del autor y del lector. Es de esa relación dialógica entre texto y contexto, que Ivo extrae el pretexto para actuar. En el inicio y en el fin del aprendizaje, es la praxis de Ivo lo que importa. Praxis-teoría-praxis, en un proceso inductivo que vuelve al educando sujeto histórico.
Ivo vio la uva y no vio al ave que, desde arriba, observa a la parra y no ve a la uva. Lo que ivo ve es diferente de lo que ve el ave. Así Paulo Freire enseñó a Ivo un principio fundamental de epistemología: la cabeza piensa donde los pies pisan. El mundo desigual puede ser leído por la óptica del opresor, o por la óptica del oprimido. Resulta una lectura tan diferente una de la otra como entre la visión de Ptolomeo, al observar el sistema solar con los pies en la Tierra, y la de Copérnico, al imaginarse con los pies en el Sol.
Ahora Ivo ve la uva, la parra, y todas las relaciones sociales que hacen del fruto fiesta en el cálice del vino, pero ya no ve a Paulo Freire, que se sumergió en el Amor en la mañana del 2 de mayo de 1997…”