Hoy, 2 de abril conmemoramos el Día de los Veteranos y Caídos en la Guerra de Malvinas: un día que debe ser dedicado a recordar que debemos bregar por el permanente reconocimiento y gratitud a todos aquellos chicos que, aun con hambre, frío y, por qué no, miedo, dejaron el pellejo en el Suelo Malvinense para que alguna vez vuelva a flamear la celesta y blanca…
Pelearon con más valor que medios… Por eso, a treinta y tres años de este episodio no los olvidamos. Como país democrático, somos respetuosos de nuestra Constitución Nacional que nos obliga y convoca a recuperar las Malvinas y demás Islas del Atlántico Sur por medios pacíficos. Es este un compromiso y un mandato, racional, maduro, absolutamente irrenunciable…
Aun así, sabemos que no bastan los puntuales y necesarios reclamos diplomáticos ni los merecidos homenajes a los Caídos y a los Veteranos, es necesario también propiciar, posibilitar, a las nuevas generaciones, el conocimiento sobre nuestros derechos, el sentimiento de pertenencia, de respeto, de memoria, hacia un pasado que forma parte indefectiblemente de nuestro presente.
Los que allí lucharon, cuerpo a cuerpo con soldados profesionales que los superaban ampliamente en armamento y capacitación, fueron adolescentes de 18 o 19 años. Apenas habían terminado el Secundario… Estaban cumpliendo el servicio militar obligatorio… Aún así fueron trasladados a un territorio donde pasaron hambre, frío y desprotección absoluta…
A ellos honramos hoy…
Por ellos NO ABANDONAMOS LA MEMORIA… ¿Sabes? En las escuelas Argentinas del pasado (compartimos las palabras del profesor Alejandro Justiparán), los héroes del siglo XIX eran la encarnación de las Virtudes Patrias. Cuando a finales del siglo XX los héroes aparecieron de veras, el país se volvió sordo y ciego. Parecería que el heroísmo es bello en los libros de historia, pero indeseable y terrible en la realidad…
Por ellos también decimos: «NUNCA MÁS» AL OLVIDO…
No le demos la espalda al pasado, démosle a cada uno el lugar que le corresponde:
- a los que enviaron a la muerte a cientos de nuestros jóvenes, el repudio;
- a aquellos que lo dieron todo, nuestro recuerdo y nuestro homenaje, porque se lo merecen.
EQUIPO ADFEDUCA
