¡¡Hola!!
El Día del Animal comenzó a celebrarse (en nuestro país) en1908. En aquel entonces, la idea surgió por inspiración de Clemente Onelli (director del Jardín Zoológico), y del doctor Ignacio Lucas Albarracín (Presidente de la Sociedad Protectora de Animales). Se festejaba cada 2 de abril, según informa el Ministerio Educación en sus efemérides.
El 29 de abril de 1926, Albarracín, uno de los máximos impulsores de la Ley Nacional de Protección de Animales (Nº 2786), fallece a los 75 años de edad… Es por eso que, en su honor, el Día del Animal comenzó a recordarse con la fecha que actualmente conocemos.
Si bien, los humanos pertenecemos a la más alta escala del reino animal, el propósito central de esta fecha consiste en recordar la importancia de las otras especies, las “no humanas” con quienes compartimos el planeta, y que en incontables situaciones son víctimas del egoísmo, sadismo y crueldad de los humanos…
Por ello, apelamos en este día a fortalecer el vínculo entre “los humanos” y los “no humanos” y sobre todo, hacemos hincapié en la necesidad imperiosa de incorporar a nuestra vida social el concepto de la tenencia responsable.
Este criterio pone el acento, no sólo en los derechos del animal no humano, sino en sus necesidades y sobre todo en la obligación de quienes los tienen en sus hogares, de proveerles la adecuada atención, asistencia sanitaria, alimentación, y el afecto indispensable que toda relación normal conlleva. Así, en el Artículo 2 de la declaración Universal de los Derechos del animal, se expresa textualmente: “… a) Todo animal tiene derecho al respeto. b) El hombre, como especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a los otros animales o de explotarlos, violando ese derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales. c) Todos los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre…”
En este sentido creo que, como educadores y educadoras que hemos elegido el camino de la docencia progresista, deberíamos comenzar a hacer un lugarcito en nuestras praxis cotidianas para incluir “encuentros”, con nuestros alumnos y alumnas, en donde tomemos conciencia de ciertas realidades a las que tradicionalmente no les prestamos gran atención. Por ejemplo: «Los animales no humanos sienten, sufren», «El humano, la humana no son dueños de la naturaleza», «Si las plantas y los animales desaparecen, las humanas y los humanos desapareceremos también»… En fin, innumerables “pequeñeces” (para algunos y algunas) pero que también “forman” ciudadanía…
Hoy celebramos el día del “animal no humano”…
- Porque merecen nuestro reconocimiento, publico la reflexión que has leído…
- Porque merecen nuestro respeto, entiendo: todos los días es “su” día.
¡¡Que hayas tenido una excelente jornada hoy!! Sarita
